La delegada territorial de Salud y Consumo, Elena González, acompañada de Julio Segurada, párroco de San Pedro Poveda de Jaén, ha visitado hoy la nave donde se ha llevado a cabo la carga de material médico y quirúrgico, procedente de las distintas áreas sanitarias de Jaén, Centro Provincial de Compras, Centro de Transfusión Sanguínea, la Delegación territorial de Salud y Consumo, junto con el área sanitaria sur de Granada, para dotar de equipamiento a un hospital materno - infantil de Camerún.
En concreto, Elena González ha explicado que esta iniciativa surge de la Parroquia San Pedro Poveda de Jaén y su colaboración continuada con las Misioneras Cruzadas de la Iglesia, quienes realizan “una indispensable labor” en el barrio de Oyack de la ciudad de Douala del país africano. La delegada territorial ha resaltado que “esperamos que este no sea el último contenedor de barco que cargamos puesto que, desde la Consejería de Salud y Consumo, estamos dispuestos a seguir colaborando con este tipo de proyectos solidarios”. “Tras la pandemia se han incrementado las necesidades de aquellas personas que se encuentran en situación de pobreza severa, siendo más perjudicados los niños y las niñas que han visto agravadas sus necesidades básicas como son la alimentación, la educación y la sanidad”. “Es por eso por lo que seguiremos poniendo nuestro granito de arena para hacer estos proyectos una realidad y ayudando a todas aquellas personas que lo necesiten”, ha señalado.
Por su parte, Julio Segurada ha explicado que “son muchos proyectos los que ya se han puesto en marcha por parte de esta parroquia, como un programa relacionado con la escolarización y alimentación y ahora, se ha construido un hospital materno-infantil, motivado por la precariedad sanitaria en la que se encontraban las mujeres embarazadas”. “También se ha realizado la reforma y ampliación de un dispensario al que se le ha dotado de más consultas, junto con un espacio para laboratorio y un área de cirugía y hospitalización”, ha resaltado el párroco de San Pedro Poveda.
En la actualidad, las obras de construcción del hospital materno – infantil y de la ampliación del dispensario medico se encuentran finalizadas pero su funcionamiento está muy mermado por la falta de material médico y quirúrgico. Por ello, desde la Parroquia San Pedro Poveda de Jaén se está impulsando la iniciativa de llenar un contenedor de barco con aquellos artículos que le son necesarios a las Misioneras Cruzadas de la Iglesia en su labor sanitaria y educativa y que, por cuestiones económicas le son muy difícil de conseguir.
Relación del material donado
Una mesa quirúrgica, doce monitores multiparamétricos y una central de monitorización, junto con Microscopio de pie de otorrinolaringología. Una cabina de flujo laminar y camas de hospitalización, dos monitores desfibriladores, cinco aspiradores de secreciones, un ecógrafo, dos electrocardriógrafo, cuatro electrobisturís, un sistema de radiografía intraoral, un refrigerador industrial, dos dispositivos de anestesia respirador infantil, dos detectores fetales, dos cardiógrafos, tres pulxiómetros.
Por otro lado, 350 batas desechables, 14.000 pares de guantes de nitrilo, 600 pares de guantes quirúrgicos, 1000 gorros quirúrgicos, 32.000 mascarillas quirúrgicas, 25 mascarillas de oxígeno pediátrica, 150 mascarillas de oxígeno para adultos, 150 mascarillas de oxígeno adultos concentración variable, 900 vendas elásticas larga tracción, 360 venda gasa orillada, 700 gafas quirúrgicas, 45 tubos endotraqueal, 150 sondas de aspiración, 25 sondas nasogástricas, 5 tensiómetros, 600 monos con capucha, dos resucitadores manual adulto, 6500 mascarillas ffp2, 3.000 pantallas de protección facial, 200 mandiles de plástico, etc.
Misioneras Cruzadas de la Iglesia
Las Misioneras Cruzadas de la Iglesia (MCI) es un instituto religioso fundado por la religiosa española Nazaria Ignacia March en 1925.
En uno de los países donde realizan su labor social, misionera y evangelizadora es en Camerún, concretamente en una de las zonas más pobres del país, en el barrio de Oyack de la ciudad de Douala. Aquí es donde se encuentra la mayor concentración de miseria de la provincia y ni siquiera tiene una demarcación geográfica definida, pero se estima que la población es de alrededor de 80.000 personas.
En Oyack no existen infraestructuras urbanas alguna, no hay distribución de calles, carece de saneamiento, de abastecimiento de agua potable, de suministro eléctrico, de alumbrado público, etc.